martes, 23 de junio de 2015

Cuando tengas un problema y no sabe que hacer tienes que pedir ayuda por mas malo que hallas hecho tus padres siempre te van a ayudar así que confía en ellos que siempre van a  estar para nosotros

lunes, 22 de junio de 2015

Les voy a decri que nunca hay que tener miedo a los padres ya que ellos siempre van a estar para nosotros

domingo, 21 de junio de 2015

En este día tan especial les quiero decir que aprovechando que es el Día del Padre tenemos que celebrar y no solo entes día también todos los día ya que cada día es un motivo para celebrar.
Para todos los padres que en este los están celebrando Feliz día del Padre de parte de qui les escribe...

sábado, 20 de junio de 2015

Para que pueda existir una conversaron entre toda la familia por los menos se deben reunir una hora todos juntos para que puedan decir lo que les agrada y lo que no les agrada para que puedan mejorarlo

viernes, 19 de junio de 2015

Aquí les dejo un buen consejo entre hijos y padres
Que los hijos siempre deben tener siempre mucha confianza a los padres ya que asi los podrán ayudarnos.

sábado, 13 de junio de 2015

Familias sin dialogo

FAMILIAS SIN CONVERSACIÓN

MARTES 2 DE MARZO DEL 2015

¿Cómo los padres pueden comunicarse con los hijos?

Teóricamente parece fácil, pero en la práctica dialogar con los hijos es una tarea que se consigue desde que ellos son muy pequeños. Hay padres que, con la mejor de las intenciones, procuran crear un clima de diálogo con sus hijos e intentan verbalizar absolutamente todo. Esta actitud fácilmente puede llevar a los padres a convertirse en interrogadores o en sermoneadores, o en ambas cosas. De este modo, no estarán en el buen camino hacia el diálogo familiar. Escuchar, muchas veces, es la vía más recomendable.

Dialogar también es escuchar a los hijos

A los padres que solo verbalizan, los hijos acaban por no escuchar o se escapan con evasivas. En estos casos,se confunde el diálogo con el monólogo y la comunicación con la enseñanza. El silencio es un elemento fundamental en el diálogo. Da tiempo al otro a entender lo que se ha dicho y lo que se ha querido decir. Un diálogo es una interacción y, para que sea posible, es necesario que los silencios permitan la intervención de todos los participantes.
Junto con el silencio está la capacidad de escuchar. Hay quien hace sus exposiciones y da sus opiniones, sin escuchar a los demás. Cuando eso sucede, el interlocutor se da cuenta de la indiferencia del otro hacia ély acaba por perder la motivación por la conversación. Esta situación es la que con frecuencia se da entre padres e hijos. Los primeros creen que estos últimos no tienen nada que enseñarles y que no pueden cambiar sus opiniones. Escuchan poco a sus hijos o, si lo hacen, es de una manera inquisidora, en una posición impermeable respecto al contenido de los argumentos de los hijos. Esta situación es frecuente con hijos adolescentes. Estamos ante uno de los errores más frecuentes en las relaciones paterno-filiales: creer que con un discurso se puede cambiar a una persona.

¿Para qué sirve el diálogo en la familia?

A través del diálogo, padres e hijos se conocen mejor, conocen sobre todo sus respectivas opiniones y su capacidad de verbalizar sentimientos, pero nunca la información obtenida mediante una conversación será más amplia y trascendente que la adquirida con la convivencia. Por este motivo, transmite y educa mucho más la convivencia que la verbalización de los valores que se pretenden inculcar. Por otro lado, todo diálogo debe albergar la posibilidad de la réplica. La predisposición a recoger el argumento del otro y admitir que puede no coincidir con el propio es una de las condiciones básicas para que el diálogo sea viable. Si se parte de diferentes planos de autoridad, no habrá diálogo.
La capacidad de dialogar tiene como referencia la seguridad que tenga en sí mismo cada uno de los interlocutores. Hay que tener presente que la familia es un punto de referencia capital para el niño y el joven: en ella puede aprender a dialogar y, con esta capacidad, favorecer actitudes tan importantes como la tolerancia, la asertividad, la habilidad dialéctica, la capacidad de admitir los errores y de tolerar las frustraciones.